lunes, 3 de enero de 2011

NOCHEVIEJA

Un tacón perdido en medio del asfalto: huella de la Nochevieja. Su dueña lo ha abandonado con el año nuevo. Como cualquiera de nosotros que deja atrás costumbres con la entrada del año. Eso sí, siempre se habla de costumbres, no de objetos. Pero detrás de esas costumbres perjudiciales o improductivas tal vez exista algún objeto o icono que lo representa en su totalidad. La chica (así la llamo porque lo de dejar tacones parece de veinteañeras) dijo basta. Basta de opresiones al cuerpo femenino, pensó. Y acto seguido, comenzó a correr. Su pareja se quedó estático viéndola inalcanzable. Esperando que lo llamara por su nombre. Y así sucedió. Él se agachó a recoger uno de los tacones, sin percatarse de que ella volvía sobre sus pasos. La novia le agarró de la corbata y le susurró algo al oído. Aquello le dejó huella: la primera de muchas Nocheviejas.

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