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MI PRIMER ARTÍCULO EN EL PERIÓDICO DIGITAL GIRALDAINFORMACIÓN

EL PATATAL DE ESPAÑA

Un paupérrimo campo de fútbol lituano recibe a la selección española. Como campeona del mundo se merecen una recepción a su nivel, es decir, desplegando la alfombra roja desde los vestuarios hasta la alfombra verde, donde desgranar todas aquellas cualidades de exquisita técnica y elegante toque de balón.

Todos los medios deportivos califican de patatal el campo donde se va a disputar un importante partido de clasificación para el próximo Europeo. La Roja, sin embargo, ha de superar toda adversidad que se le presente para así demostrar por qué están en la cumbre del deporte rey.

Zapatero les puede dar muchas lecciones en este sentido. Actualmente España se asemeja a una tierra yerma donde apenas crecen los ansiados brotes verdes de la vicepresidenta Salgado. No por ello el presidente del gobierno se ha rendido; y sigue al pie del cañón pese a las críticas que le llueven de todos los frentes.

Empiezo a dudar si ha sido el símil correcto, porque no sé si es el jugador, el entrenador o el dirigente. Y ello es peligroso en la persona que rige el destino de un país. A veces me recuerda al joven recogepelotas que inquieto busca los balones que han tirado fuera del campo las grandes empresas, multinacionales y agencias de calificación bursátil.

CUARTA GUERRA PÚNICA

Hace más de veinte siglos se libraron tres guerras entre dos grandes potencias militares : Roma y Cartago.

Hoy las armas se dirigen de nuevo a la tierra de los descendientes de los cartagineses.

El Consejo de Seguridad de la ONU dictó el pasado 17 de marzo una Resolución por la que se impone una zona de exclusión aérea en Libia. Pero un portavoz del gobierno estadounidense ha declarado que es probable que continúe en el poder Muamar Gadafi.

¿Por qué entonces este despliegue militar? El fin de los dirigentes de las grandes naciones del mundo es parar la matanza de civiles que gritan contra el dictador. Pero el causante de esos asesinatos es Gadafi, solamente Gadafi.

Por tanto, no se actúa de raiz en la solución del problema.

¿Por qué, repito, esos cazas europeos en el espacio aéreo libio?¿Y por qué no se ataca con mano firme sobre los regímenes sátrapas de Bahrein y Yemen que disparan contra pacíficos manifestantes?

Tal vez la respuesta esté en los datos macroeconómicos. Expongo:

Libia es el cuarto productor de petróleo en África, después de Nigeria, Argelia y Angola, con cerca de 1,8 millones de barriles diarios y posee reservas evaluadas en 42.000 millones de barriles.

Libia exporta la mayor parte de su crudo a Europa: Italia (32%), Alemania (14%), España (10%) y Francia (9%) son sus principales clientes.

La mayor parte de las explotaciones petrolíferas se sitúan en los alrededores de las ciudades rebeldes de Benghasi, Brega y Ras Lanuf.

EL GUADALQUIVIR

Con la que está cayendo, y sólo se preocupan de si la competencia sobre el Guadalquivir corresponde a una sola comunidad autónoma, a dos, tres, o al Estado.

El parlamento andaluz aprobó en 2007 un nuevo Estatuto de Autonomía. Quisieron confeccionar una especie de Constitución, y como no querían ser menos que los catalanes, empezaron a decir hasta que el mismo cielo y la tierra eran competencias exclusivas de los andaluces.

El agua no sé, pero lo que sí es competencia exclusiva de cada andaluz es el aire que respiramos. Y el que resoplamos, cuando vemos estas noticias que nos dejan con los pantalones bajados en la capital del reino.

AGUA VA, gritaban en las calles de Sevilla hace siglos. Y todos sabemos lo que tiraban. Pues más de un parlamentario se ha dado un buen baño; no un baño de masas precisamente.
Señorías, el Guadalquivir no es ni de uno ni de otros. Ni siquiera de aquel que se vea reflejado en sus aguas.
El mito de Narciso se cumple de nuevo, con unos políticos ensimismados en su retórica y ahogados por la crisis socioeconómica.

ENERGÍA

Tenemos el miedo en el cuerpo con todas esas noticias sobre el riesgo de explosión nuclear en cualquiera de las centrales japonesas. Toda esa descomunal destrucción, paradójicamente, tiene como punto de partida el átomo, una partícula infinitesimal. Tan pequeña como el talento de muchos de nuestros políticos.

Podrían morir muchos por la simple reacción de procesos físicos entre elementos subatómicos. Protón y neutrón. Por minúsculas que sean, el aumentativo -on nos eriza la piel. Una fusión nuclear puede ser el causante de millones de muertes.

Tal como me ocurre con el azahar. Ha explotado ante nuestros ojos, provocando la muerte de nuestros ánimos apesadumbrados e invernales. Me ha puesto los pelos de punta sentir ese cosquilleo primaveral en la nariz.

Plena vida que asoma por entre las ramas. Plena energía que fusiona con los sevillanos.

ACORDES TRISTES

Un gran terremoto asola Japón junto con un gran tsunami que ha hecho que el mar se moviera tierra adentro hasta una distancia de casi seis kilometros. Y paradójicamente veo imágenes de los efectos causados en las ciudades costeras mientras escucho en mis auriculares "Static"(estático)de Godspeed You! Black Emperor, una banda canadiense de rock experimental.

Y en una creciente sensación de pesadumbre empiezo a dudar sobre la verdad de lo que siento. Es triste pensar que mis sentimientos de desasosiego afloran por un fondo melódico de lamentos de piano, y no por las desgraciadas fotos niponas. Triste también que nos haya maleducado esta cultura audiovisual en sentir una escena romántica bajo las directrices de una balada o bien, por ejemplo, una muerte lenta bajo unos violines agudos.

Ya no podemos compadecernos de las desgracias ajenas si no se las adorna con la música adecuada. Si no es así, vemos la noticia como si hubiesemos sido anestesiados.

Si no me creen y se ven inmunes a este fenómeno que podría llamarse "marketing del dolor", les pongo un reto: preparen dos sintonías, una triste y la otra alegre, y observen esta foto *** mientras oyen por separado cada melodía.

¿UN DÍA TRISTÓN?

Un día entero, de principio a fin, bajo la lluvia. Un día de esos en los que no apetece hacer nada. Y cuando se dice "no hacer nada" nos referimos siempre a quedarse en casa.

Un día en que muchos sevillanos nos negamos a salir de copas, café o tertulia, o tal vez un concierto. Nos encerramos en casa y, con la nariz pegada en el cristal, miramos melancólicamente hacia el gris exterior.

Pero después de ese breve instante, volvemos la vista hacia los nuestros. Ahí están nuestros familiares o amigos, acurrucaditos o sentados en torno a una mesa. Y una oportunidad única: conocernos mejor, sin tener que alzar la voz en momento alguno, por los ruidos asfixiantes de un bar o por el ensordecedor tráfico. En algunos casos, comentar alguna inquietud a los tuyos; en otros, recordar anécdotas imborrables con la melodía reconfortante de unas carcajadas.

Y terminas el día calado por la alegría.

LAVADO DE CARA

Temprano por la mañana me he topado con una cuadrilla de pintores preparándose para comenzar con la labor en una casa de fachada blanca. En un lateral, una mancha de tres o cuatro brochazos de color amarillo albero. Cuando al mediodía pasé de nuevo por delante de aquella casa, ya habían finalizado su trabajo los pintores.

Entrado ya marzo, pienso en aquel inicio de año con las promesas consabidas de destierro de los vicios. Si se fijan, todas ellas o su gran mayoría, relativas a dejar de fumar y perder unos kilitos (ya se sabe que con el diminutivo parece menos de lo que realmente es).

Enhorabuena a aquellos que han superado los contratiempos de la nicotina, y mayor será el orgullo que sientan si también prometieron mejorar su figura, porque de todos es sabido la relación directa entre abandonar el cigarro y el aumento de peso.

Sin embargo, pese al buen color de cara y dentadura y a esa esbeltez que recuerda tiempos pasados, yo simplemente observo una casa imponente de color albero. Les invito a que pasen y echen un vistazo a su interior. ¿Es igual de bello y asombroso que el exterior? ¿Prometieron con el año nuevo dejar a un lado la mezquindad de algún acto o los reproches a un familiar? Si les soy sincero, no puedo decir que no.

LAPUTA

Atraído por un supuesto taco, ya caíste, lector, en mis redes. No me refiero con el titular a palabra malsonante, sino a la isla flotante que menciona Jonathan Swift en Los Viajes de Gulliver. Una isla de grandes pensadores que nunca se cansan de disgresiones teóricas pero que en la práctica no pierden ni un minuto.

Dejemos que hable Swift de ellos:
"...bastante diestras para manejar sobre una hoja de papel, regla, lápiz y compás de división, sin embargo, en los actos corrientes y en el modo de vivir yo no he visto pueblo más tosco, poco diestro y desmañado...".

¿No les resulta familiar? Zoido y Espadas, enfrascados en sus respectivos proyectos de ciudad judicial del Prado y del Guadalquivir, parecen olvidar que tras sus infografías debe haber unos cimientos sólidos de carácter presupuestario. ¿De dónde sacaremos los euros?

Que estos dos proyectólogos no se me enfaden. En las primeras líneas he hablado de grandes pensadores. Ya estoy presuponiendo mucho.

Qué mal están haciendo los informáticos en los partidos políticos. Hemos pasado de los carteles electorales, con asesores de imagen pendientes de ese color de cara, de aquella arruga o de esta incipientes entradas; a esas hormiguillas del teclado que crean mundos maravillosos. Si antes perdonábamos la cartelería en pos de un programa electoral de calado, ahora nos hallamos ante documentos programáticos en las que las tres cuartas partes son imágenes.

Me acuerdo de la típica pregunta de los niños sobre si tal libro tiene o no dibujos.

¿Nos consideran estos políticos menores de edad políticamente hablando? Tal vez el titular sí que fuera una expresión de cabreo.

ESPADAS, DE VENDEDOR DE LA ESPASA

El candidato socialista llama a la puerta y nos quiere vender "una biblioteca por barrio". Llama la atención esta promesa si se tiene en cuenta que la biblioteca de la Alameda ha cerrado por las tardes por falta de personal, imprescindible para la organización y préstamo de los fondos bibliográficos.

Si se cumpliera la promesa, dejaríamos de ser una de las ciudades con más bares per cápita (si se fija, lector, lo de renta per cápita es una fórmula extraña por estos lares); para centrarnos en un nuevo récord: la ciudad de las bibliotecas.

Que no se diga: se acabó el empinar el codo en la barra. ¡A hincar los codos!, que decían nuestras madres.

¿Se imaginan una Sevilla de bibliotecarios, esos seres de tez blanquecina y mirada gacha? ¿Dónde quedarían esos muchachos y muchachas morenosdeverdeluna? Tiremos las gafas raybán, lo que mola son esas gafas apoyadas en el borde de la nariz con cadenita en el cuello.

Al menos, positivo sería que se implantara esa cultura del respetuoso silencio. Ya saben la leyenda para guiris de los españoles con bigote y enfadados. No, no me refiero a Aznar, ya estamos. Lo que quiero decir es que así nuestras cuerdas vocales no estarían tan gastadas. Porque ¿acaso creen que la voz aguardentosa es por lo que beben? No, se debe a lo que gritamos en los bares.

Y ya he vuelto, sin darme cuenta, a mencionar los bares. No tengo remedio.

Señora bibliotecaria, póngame una caña... No, señora, bueno, no se enfade, póngame Cañas y barro, de Vicente Blasco Ibañez-