Hoy he leído en el Diario de Sevilla la entrevista a Juan Espadas, recién nombrado candidato por el PSOE a la Alcaldía del Ayuntamiento de Sevilla (pincha aquí). Lo destacable en toda entrevista periodística es, en primer lugar, su cabecera, y una frase de impacto: en este caso, "Espadas plantea construir y Zoido sólo destruir". Como se ve, lo más sencillo para cualquier político (no me olvido de Zoido, he dicho "cualquier"), el discurso infantiloide del bien y el mal, los otros son la peste, el apocalipsis.
Ahora bien, a Espadas le puede salir el tiro por la culata. A pesar de usar a su conveniencia el verbo de índole arquitectónica positiva (CONSTRUIR), dejándole a Zoido un verbo de doble sentido que puede referirse tanto al ámbito de un arquitecto como al del piloto de un bombardero, el hecho es que actualmente la mayoría de la ciudadanía no vería tan negativo el DESTRUIR si se refiere al Parasol de la Encarnación, a la Torre Pelli, los bancos de paseo marítimo en la Puerta Jerez y la reforma de la Plaza del Pan.
Ahora bien, a Espadas le puede salir el tiro por la culata. A pesar de usar a su conveniencia el verbo de índole arquitectónica positiva (CONSTRUIR), dejándole a Zoido un verbo de doble sentido que puede referirse tanto al ámbito de un arquitecto como al del piloto de un bombardero, el hecho es que actualmente la mayoría de la ciudadanía no vería tan negativo el DESTRUIR si se refiere al Parasol de la Encarnación, a la Torre Pelli, los bancos de paseo marítimo en la Puerta Jerez y la reforma de la Plaza del Pan.
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