viernes, 31 de diciembre de 2010

FIGURAS DE BELÉN Y PADRES

Haciendo esquina, un escaparate me muestra un belén de grandes dimensiones, casi cuatro metros de largo. Embobado miro la veintena de figuras representando todos los estamentos sociales, desde reyes hasta el pedigüeño cojo; todos con ropajes de época, enmarcados por una cordillera con su torre almenada en el centro y un riachuelo a su derecha, no sé si agua corriendo abajo o si celofán transparente agitándose. Y con la nariz pegada en el cristal, me pregunto cuántos padres habrá mañana frente al cristal de una habitación de hospital, observando su querido nacimiento, el de su bebé. Un nacimiento estrellado. Un nacimiento accidentado por la desaparición de los cheques-bebé. Ni pan bajo el brazo. Si acaso, un expediente del Registro Civil. Para más inri, los padres verán el nuevo año sin el permiso de paternidad de cuatro semanas. Padres ilusionados con el recién nacido, pero ilusos con las promesas incumplidas de Zapatero.