lunes, 25 de noviembre de 2013

HASTA EN EL CARNÉ DE IDENTIDAD

[Nuevo artículo en Publicoscopia]



08:27 AM. 25 de noviembre. Palacio de la Moncloa. Veinte minutos enfrascados en la reunión del equipo de imagen y redacción del sr. Presidente del Gobierno de España.


[...]


Asesor A: El MaRaJá [apelativo cariñoso con el que se refieren al Presidente del Gobierno, sr. Rajoy] puede estar tranquilo. Dejaremos todo bien atado para la Cumbre Hispano-Francesa.


Asesor B: Sí, vale, pero habría que darles algún toque a esos cabrones franchutes.


Asesor C: Si ya no nos tiran los camiones...


Asesor B: Pero se ríen de nuestro MaRaJá tratándolo de mendigo; eso no se me olvida.


Asesora D: Deberíamos ponerles por delante a la delegación francesa toda una mesa con los mejores dulces, bollos y croasanes, para, después de engullidos, decirles que son dos euros por la consumición.


Asesor C: Y presidiendo la cumbre, una foto del Rey… del Rey de Roland Garros.


Asesor B: Eso me gusta más, ja, ja, ja, ja.


Asesor A: Vamos a ver. Mañana nos ponemos a ello, pero no empecemos a desvariar, ¿estamos?


[El asesor jefe, o asesor A, saca la carpeta color magenta, y seguidamente sus compañeros le secundan bajo el sonido marcial de la asesora D cuadrando los folios repetidamente en la mesa]


Asesor A: Un asunto importantísimo es la próxima Ley de Seguridad Ciudadana, y ahí ya se nos están anticipando en la contrapublicidad los perroflautas del 15M.


Asesor C: Y no te olvides de la PAH.


Asesor A: En efecto. El ministro del Interior nos ha pedido celeridad. Quiere que se haga una campaña que muestre el lado humano de los antidisturbios.


Asesora D: (manoteando en el aire) Buf, tarea difícil


Asesor A: Como sabéis, no soy muy partidario de la lluvia de ideas, muy progre para mi gusto. Así que espero que os exprimáis el cerebro.


[Silencio solamente interrumpido por el tamborileo del bolígrafo del asesor C, quien de pronto para]


Asesor C: Ya está. La foto, mirando desde arriba, desde el punto de vista de un policia, sería de unos manifestantes, en esa postura típica de sentados en el suelo, entrelazados por los brazos. Y ahora viene el eslogan: MIRAMOS EN EL INTERIOR DE LAS PERSONAS.


Asesor A: Me parece acertado.


Asesor B: Parece bueno, muy bueno.


Asesora D: El único pero que le veo es que puede ser objeto de bromas sencillas. Ya sabéis: primero le abrimos la cabeza y luego miramos dentro de la brecha que le hemos abierto. No sé, no sé.


[Nuevamente el tamborileo del bolígrafo del asesor C, mientras el resto, unos miran al folio en blanco, otros al techo]


Asesor C: (se le escapa el boli que rueda en dirección del asesor B) A ver qué os parece este. El enfoque sería pensar en la labor de los antidisturbios como algo muy normal, de toda la vida. Y pensando, he recordado que a las furgonetas policiales se les llama “lecheras”. Podemos entonces tener en mente esas imágenes idílicas del par de botellas de leche superblanca en la puerta de las casas. ¿Hay algo más pacífico? Pues simplemente busquemos un eslogan que nos recuerde a esos lecheros. Por ejemplo: TE TRAEMOS LA LECHE DE CADA DÍA.


[El asesor B, mudo, le devuelve el boli al asesor C sin mirarlo a la cara; mientras tanto, la asesora D hace mohínes con la cara]


Asesor A: Está bien, sigamos pensando. Hoy estás inspirado (se dirige al asesor C).


Asesor C: (sonríe) Que no me rindo. Hay que pensar que el fin principal es la seguridad de todos. Hay que relacionar la labor policial con cada uno de nosotros, con quien escuche, lea o mire el póster publicitario. Pensemos en un diálogo… O mejor todavía, en la misma frase, el pronombre “mi” o “nuestro” y relacionarlo con el “tú” ciudadano… Se me acaba de ocurrir uno genial: MI MISIÓN, TU CUIDADO.


[Aplauso espontáneo de los asesores A y B; mientras la asesora D calla sospechosamente]


Asesor C: (le dice a la asesora D) Te he dejado sin palabras, ¿verdad?


Asesora D: Verás, podemos ser el hazmerreír de las redes sociales.


Asesor B: Explícate.


Asesora D: (se echa el pelo hacia atrás) Simplemente añadiendo una tilde.
(Levanta las palmas de las manos como si colocase el eslogan en el aire)
MI MISIÓN (pausa larga) TÚ (pausa corta) ¡CUIDADO!


Asesor C: (le susurra a la compañera asesora) Tía, estás de un destroyer…


                                         Cortesía de heraldo.es


Asesor A: En mi opinión, la mejor frase la dio el ministro Wert cuando en un receso conversaba con el jefe Moragas (el recuerdo le hace sonreír, y continúa diciendo). Wert estaba harto de tanta manifestación de estudiantes, tan harto que quería que se les controlara de alguna manera. Así que sabiendo por el ministro del Interior que los DNI son obligatorios a partir de los 14 años, le dijo a Moragas que lo mejor sería que los policías pidiesen el carné a todo el mundo. ¿Qué pasa con los pequeños? También se manifiestan en los colegios, le replicó Moragas. Wert, tan veloz como un tertuliano de noche, le respondió: “Ya les haremos algo”.
Ese algo era identificar claramente a los menores exigiendo que se cambian la foto cada dos años, y el sábado pasado se publicó en el BOE.

Y el broche de aquella conversación fue Wert carcajeando mientras con lágrimas en los ojos gritaba: “HASTA EN EL CARNÉ DE IDENTIDAD”.




martes, 19 de noviembre de 2013

EL GALLEGO IMPASIBLE

[Nuevo artículo en Publicoscopia]


09:27 AM. 19 de noviembre. Palacio de la Moncloa. Final de la reunión del equipo de imagen y redacción del sr. Presidente del Gobierno de España.


Asesor A: Creo que con esto hemos dejado todo bien mascadito para la entrevista del jueves del MaRaJá [apelativo cariñoso con el que se refieren al Presidente del Gobierno, sr. Rajoy] en Las Mañanas de RNE.


Asesor B: Ya era hora.



[El asesor B se levanta apresurado y abandona la sala con el mechero en la mano pero antes desde el umbral de la puerta dice muy serio “Volveré”]



Asesor A: Estas adicciones un día lo van a matar de una caída por las escaleras.


Asesor C: Me suena de algo esa frase, pero no sé de qué.  


Asesora D: (cogiéndole de una oreja) Tú es que eres muy joven. Es la frase de Terminator.


Asesor C: Para otras cosas no soy tan joven. ¿La viste, jefe (le pregunta al asesor A), en el vídeo de La Moncloa con unas largas y fetichistas botas de esas de pasar por encima de mil hombres (y la mira con sonrisa picarona).


Asesora D: Te voy a tirar el vaso de agua encima. Que estás todavía en la edad del pavo.


Asesor A: Haya paz (levantando los brazos).


Asesora D: (Intentando cambiar de tema mientras se coloca el pelo detrás de la oreja) Por cierto, se trató de la reunión del MaRaJá con el  presidente de la Asociación de Cine de Estados Unidos, Christopher Dodd.


Asesor A: Al jefe Moragas le encanta poner en práctica su inglés neoyorquino.


Asesora D: Estuve muy atenta a todo lo que se decía, y me sorprendió el MaRaJá.


Asesor C: ¿Cómo es eso?


Asesora D: Pues allí estaba el MaRaJá y Chris Dodd hablando muy relajados con el traductor, y en la otra punta del sofá, Moragas. Pues bien, el MaRaJá le soltó al del cine que era un gran admirador de Ronald Reagan.
Asesor C: Pues vaya novedad. Que el MaRaJá ha mamado de las tetas de Reagan y la Thatcher.


Asesor A: Uf, gracias por ser tan gráfico (y le suelta una colleja tipo “maestro-discípulo”).


Asesora D: Me sorprendió porque se refería a la carrera como actor de Reagan. Decía que siempre había querido hacer interpretación.


Asesor A: Me he quedado ojiplático.


Asesora D: Y mister Dodd le siguió el juego. Dijo: Le podemos buscar un papel pequeño para una de las próximas películas que están en proyecto. Se puso a enumerar películas futuras y ahí fue donde metió la pata Moragas.


Asesor A: Ahora sí que me has matado. ¿Que el jefe metió la pata?


Asesora D: Quiso hacer la gracieta, y cuando mister cine mencionó que estos días Ridley Scott está rodando aquí en España la película Exodus, va y suelta: “sí, la película de la ministra Bañez, aquí se llama “movilidad exterior”.


Asesor C: ¡Qué barbaridad!


Asesora  D: Moragas se tuvo que marchar, rojo como un tomate, cuando vio la cara blanca del MaRaJá. Yo, por vergüenza ajena, metí la cabeza en mis folios. Pero lo mejor fue cuando le mencionó especialmente dos películas que ni siquiera han empezado a rodarse. Como si de verdad creyera el MaRaJá que tenía alguna oportunidad.
Mister Dodd le habla de Ron Howard y su idea de una película sobre la novela 1984, y al MaRaJá le empiezan a brillar los ojos y le confiesa: “Yo doy muy bien en la pantalla, gano más en pantalla que en persona; conozco la vieja película sobre 1984 y yo podría hacer perfectamente de Gran Hermano en la pantalla gigante, con el Partido Único”.


Asesor C: Amén.


Asesor C: Bueno, pues cuando le hablaron de Terminator 5, el MaRaJá daba saltitos sobre el sofá.
Se declaró fan total de Schwarzenegger, aunque hubo que explicarle que la voz era la de Constantino Romero. Dijo que eso era un hombre duro de verdad, y del partido republicano. Confesó además que su película favorita era Terminator 2 y le encantaba el malo de la peli, ese robot que se moldeaba como una plastilina. En fin, como me comenzó Moragas al oído, llevaba una semanita con un perfil de tipo duro, con la mente puesta en el anteproyecto de ley de seguridad ciudadana.
Ya en una ambiente de plena  confianza, le dijo en voz baja que sabía que había un proyecto de película sobre 50 Sombras de Grey y que Viri, su mujer, le decía que él era su particular Grey. Dodd se quedó boquiabierto, sin saber qué decir, y el MaRaJá le susurró que a él también le ponía ese libro. “¡Cómo no me va a excitar! Un empresario millonario que abusa de una mileurista, el pan nuestro de cada día”, susurró y le dió con el codo al americano.
Para terminar, cuando mister Dodd le habló de que se había terminado hace poco una película sobre Nelson Mandela, el MaRaJá suspiró y añadió: “Me encantaría que hicieran una película sobre mí. Con un título con gancho, por ejemplo, El Gallego Impasible”.

Asesor A: Totalmente de acuerdo con él.



miércoles, 13 de noviembre de 2013

NON OLET

[Nuevo artículo en Publicoscopia]


8:37 AM. 13 de noviembre. Palacio de la Moncloa. Reunión del equipo de imagen y redacción del sr. Presidente del Gobierno de España.


[Toman asiento en silencio los miembros, solamente tres, porque el cuarto, el asesor B, formó parte de la delegación que acompaña al Presidente en la cumbre europea sobre empleo juvenil, y en estos momentos se encuentra roncando bajo sueños inconfesables de daiquiris compartidos con la Cospedal]


Asesor A: Tenemos al viejo asesor B recuperándose de las horas de avión. Según me dijo, está muy mayor para esos incómodos asientos.


Asesora D: Es paradójico que para estudiar el problema del empleo juvenil la media de edad de los conferenciantes sea, digámoslo así, de puretas y puretones.


Asesor C: Ni esa palabra, pureta, la entiende nuestro amigo el asesor B, jejeje.


Asesor A: Oye, que seré un carroza (apuntándolo con el dedo), como el asesor B, pero ahí no me pillas con el culo al aire.


Asesora D: (sigue hilvanando el pensamiento anterior) Es como si para conocer el intríngulis del síndrome de Diógenes se preguntase a adolescentes.


Asesor C: Ahora que lo dices, tal vez esa pregunta no estaría de más que se la hicieran a los jóvenes. Se acumulan kilos y kilos de apuntes y fotocopias, que son la mejor muestra de la basura en que se ha convertido la formación en este país.


Asesor A: Por no hablar de la titulitis, a la que se les obliga al aumentar la franja de edad educativa y disminuir el periodo para ser apto laboralmente.


Asesor C: Acumulan en sus cuartos miles de folios pintarrajeados frenéticamente al compás de un catedrático, y los papeles les llegan hasta el techo. ¿Para qué? Para que al final acabes cogiendo uno de esos minijobs que quiere Alemania para los vagos mediterráneos. Te dan en muchos casos una mierda de contrato por un par de horas.


Asesora D: Eso es el empleo juvenil, pura basura.


Asesor A: Justo como en Madrid, donde se ve a las ratas correr los cien metros entre alcantarillas, o a ancianos disputar los cinco mil metros obstáculos sorteando los muros de cartones de leche.


Asesor C: Peor es la basura que no huele. Esos miles de currículum, cartas de recomendación, exámenes de recursos humanos, transcripciones de entrevistas, que no llegaron a ninguna parte, que destruyeron toda esperanza. Se agolpan en los contenedores.


Asesora D: Pues como tampoco huelen los baños de la estación de Atocha, privatizados al precio módico de sesenta céntimos.


Asesor C: ¿Los has visitado?


Asesora D: Sí, así es.

                                      Cortesía de Antena 3


Asesor A: A mí todo eso me recuerda aquella historia del emperador Vespasiano, que desesperado por la mala situación de las arcas públicas, decidió establecer un impuesto a las letrinas públicas. Cuando su hijo, contrariado, le expuso lo poco indecoroso de tal medida, el emperador, sin dirigirle la mirada y con aires de divinidad, le enseñó una moneda y afirmó: “Non olet”. No huele.


Asesor C: Es maravilloso que tuviera repercusión a nivel internacional, porque al quedarse con la concesión del servicio una empresa holandesa, quién sino podía inaugurar aquello: el mismísimo embajador de Holanda en España.
Qué magnífica metáfora. Imaginaos: un cliente haciendo de vientre, haciendo su mayor contribución al afianzamiento de las relaciones comerciales hispanoholandesas. Y en ese momento de soledad y ensimismamiento de todo ser humano, finalmente los países bajos se independizan de tu cuerpo y caen en aguas territoriales españolas.


Asesor A: No sé yo si es muy políticamente correcto en esas circunstancias el verbo independizar.


Asesora D: Pues la verdad (apoya la barbilla en su mano) es que se han esmerado bastante con la decoración. Han empapelado el interior de los baños con imágenes de jardines, amaneceres, incluso había unas fotos de un escenario de teatro.


Asesor A: Vamos, que sólo falta el hemiciclo del Congreso... Pobres micrófonos del Parlamento, menos sucios por los escupitajos y perdigones que por la bazofia de intervenciones de sus diputados.


Asesor C: No es mala idea. Detrás de quien evacua la solidez de su talante, colocar una foto del Presidente del Congreso justo en el instante en que ruega que vaya terminando al ponente.


Asesora D: Es para estar orgulloso, deberías (le hace un guiño cómplice) incluirla en tu currículo.


Asesor C: Yo creo (le devuelve el guiño) que habría que desarrollarlo más en un opúsculo.


Asesora D: (con media sonrisa) Me quito el sombrero, de verdad que eres el oráculo de la política contemporánea.


Asesor A: Chicos, ya está bien. Todo esto, como diría el portavoz de educación de la Comisión Europea, es basura.