domingo, 29 de septiembre de 2013

RAJOY Y BLOOMBERG

[Nuevo artículo en Publicoscopia]


2:29 PM (hora local estadounidense). 25 de septiembre de 2013. Nueva York, Hotel The Mark. Acaba de finalizar la entrevista a Mariano Rajoy por parte de Bloomberg TV.


[El asesor A y la asesora D son los únicos miembros del equipo de redacción e imagen que han acompañado al Sr. Presidente del Gobierno de España en su viaje a EE.UU. con motivo de la intervención en la sede de Naciones Unidas]


Asesor A: (sottovoce dirigiéndose a la asesora D) ¡Buh! El MaRaJá  [apelativo cariñoso con el que se refieren al Presidente del Gobierno, sr. Rajoy] se ha lucido.


Asesora D: (tapándose la boca con la palma de la mano, al modo de un futbolista a punto de comunicar una variación táctica o un insulto) Estos veinte minutos se me han hecho eternos. Se nos tenía que haber ocurrido una excusa para interrumpir la entrevista. No podía salir peor.


Asesor A: Esto ya no tiene remedio…


Asesora D: Todavía podemos hacer algo. Hablemos con Sara [ Sara Eisen, la periodista entrevistadora del canal de televisión Bloomberg].


Asesor A: Habla tú, que mi inglés no es tan fluido.


Asesora D: Tranquilo, ella se maneja con el español.

Cortesía de @marianorajoy [De espaldas, la asesora D, de negro]


[Ambos se acercan a Sara Eisen, y la asesora D la coge del brazo con delicadeza y le dice:]


Asesora D: Follow me. We have to talk.


S. Eisen: O.K.


[Ya en la sala anexa, en penumbra por la labor de las cortinas y unas lámparas art deco que con la boca pequeña cuelgan de las paredes, a la pareja de jóvenes periodistas, de pie, se ha unido el asesor A, de modo que S. Eisen se encuentra, en verdadera metáfora ibérica, como custodiada por una pareja de guardias civiles]


Asesora D: Sara, magnífica entrevista.


S. Eisen: Muchas gracias (con inconfundible acento de guiri U.S.A).


Asesor A: Muy bien hecho, sí. Nosotros sólo queremos pedirte una cosa (y busca con la mirada a la asesora D, quien capta rápidamente cómo continuar el razonamiento de su asesor jefe).


Asesora D: “Salvo algunas cositas” (sonríe abiertamente tras usar las propias palabras de S. Eisen durante la entrevista del MaRaJá).


S. Eisen: What? (parece no captar la broma).


Asesora D: Nuestro presidente necesita protección. Es un hombre que no sabe hablar correctamente. Es parecido a Nixon (duda por un instante del símil)... quiero decir, que su imagen falla mucho. No lo digo por las mentiras ni por los escándalos.


Asesor A: Ni porque el presidente vaya a dimitir. Mi compañera quiere explicarte que nosotros cuidamos su imagen. Lo cuidamos, hablando en general. Pobre presidente, si cuando le dijimos que la entrevista la hacía una cadena de televisión de economía, confundió tu cadena con una especie de Intereconomía. Y le advertimos que no sabría las preguntas por anticipado.


Asesora D: Sara, conoces mucho de España, pero hay mucho que no sabes. Por ejemplo, no puedes dejar (le enseña su ipad) que un colaborador tuyo cuelgue en tus perfiles de Twitter e Instagram al inicio de la entrevista la foto con el plasma al lado del presidente. Había tres Marianos, uno solo era el de carne y hueso. Los otros dos salían en un gran plasma y en el visor de la cámara de televisión. En España eso da lugar a chistes. Por favor, elimínalo.


Asesor A: Echemos un vistazo a la grabación (llevando la pareja de asesores casi en volandas a Sara Eisen).



Asesora D: Mira, en el minuto 10:34, el presidente se parece a Mariano Ozores: “No es lo mismo decir lo que dijo Draghi que decir lo contrario”.


S. Eisen: Who? Oussodes?


Asesor A: O-zo-res, un actor de comedia. Otra vez, chistes que no podemos permitir. No queremos que haga el ridículo.


Asesora D: Sí, y más nervioso se puso con el caso Bárcenas. En el minuto 12:45 dijo que “no han imputado a ninguna persona”. Entonces, ¿Bárcenas y Lapuerta no son personas?, ¿qué son?, ¿animales o cosas?


S. Eisen: Oh, yeah, “cositas” (descubriendo bastante tarde el meollo del chiste).


Asesor A: Sarita, cariño, no puedes preguntarle en el minuto 14:27 si él dimitiría si se prueba la financiación ilegal de sus campañas. Porque lo asustas más y dice tonterías como “hay cosas que no se pueden demostrar”. Como si estuviese guardando todas las pruebas en un caja fuerte.


Asesora D: Sobre todo, Sara, lo asustaste como un cervatillo cuando pensaba que no habría más preguntas difíciles, y va y le preguntas por la vuelta de Esperanza Aguirre…


S. Eisen: ¿Sirvatiyo?¿What does it mean?


Asesora D: Como Bambi, Disney, ¿sabes? Un pequeño ciervo asustado porque le preguntas en el minuto 16:17  si la vuelta de la Espe amenaza su liderazgo. Está muy susceptible ante los movimientos de Gallardón y Esperanza.


Asesor A: El presidente es un hombre temeroso, parece que no tiene nada entre las piernas. A ti no te pasa lo mismo, ¿verdad? (levanta las cejas y le guiña un ojo).


Asesora D: Si no haces los cambios que pedimos, podemos recordarle a la audiencia española tu despiste de hace un año.


S. Eisen: What the fuck?! (sale corriendo y llama a gritos al cámara).


Asesor A: No se lo ha tomado muy bien.


Asesora D: Me parece que hemos metido la pata.



lunes, 23 de septiembre de 2013

EL BUENO, EL FEO Y LA MALA


[Nuevo artículo en Publicoscopia]



8:09 AM. 23 de septiembre de 2013.  Reunión del equipo de imagen y redacción del sr. Presidente del Gobierno de España.


[El asesor B, apurando su café bien cargado, hojea a la vez el ABC y La Razón. En una esquina el asesor C le enseña a la asesora D la pantalla del móvil ]


Asesor A:   Venga, sentémonos. El MaRaJá  [apelativo cariñoso con el que se refieren al Presidente del Gobierno, sr. Rajoy] nos ha encargado un informe urgente sobre dos viejos rivales suyos. El Descafeinado [apodo con el que denominan a Gallardón] y la EsPeñaza Aguirre [sobrenombre en el cual el equipo se ha esmerado menos] se están moviendo mucho últimamente, y eso huele a chamusquina.


Asesor C: ¿El Descafeinado no había entrado en el redil cuando lo nombraron ministro?


Asesor B: Es muy sibilino. No se puede uno fiar de quien era siempre alabado por las izquierdas.


Asesor A: Según cuenta Moragas, el MaRaJá no ve con buenos ojos que los dos aparezcan tanto, eclipsándolo a él porque su ya conocida paciencia, frente a esos dos, parece indecisión. El Descafeinado no para en su ansia de reformas legislativas. Empezó con lo del aborto y ahora sigue con el Código Penal.




Asesora D: Él, desde que empezó en la política, nunca negó sus ambiciones. Todos sabemos que quiere llegar a lo más alto. Esa altura está fijada en su mente en la Presidencia del Gobierno.


Asesor C: La EsPeñaza es más lista. Nunca dijo nada pero se ve a la legua.


Asesor A: Hace un año se retiró de la política dejando de ser presidenta de la Comunidad. Sin embargo, también dijo que lo dejaba todo por cuestiones familiares, e insinuó que iba a renunciar también a la presidencia regional del PP, y al final, nada de nada.


Asesor C: Está muy claro. Si no quería estar en la política para dedicarse a su familia, tenía que haber dejado la presidencia del PP de Madrid. Lógicamente, manteniéndose en ese puesto, sigue como baronesa del partido, y sus opiniones serán valoradas.


Asesora D: Tal vez no quiso marcharse del todo, porque si se va, el puesto se lo quita seguro el Descafeinado, que siempre ha ido detrás de todos sus cargos. Si me permitís, me gustaría dar un dato importante. El Descafeinado sabe que si opta a la presidencia del Gobierno de España, debe ganar adeptos donde no los tiene. Él, precisamente del PP, siempre ha estado bien valorado por los votantes de izquierdas. Por tanto, ahora necesita hacerse querer por los más conservadores del PP. Por eso la reforma de la ley del aborto y esa reforma del Código Penal tan dura.


Asesor C: [Con la mirada en su ipad] Sí, pero es Derecho Penal de Pitonisa. En la página 78 habla de la expulsión de delincuentes extranjeros, y pone como condición… Leo literalmente: que “exista un pronóstico de comportamiento futuro que revele la probabilidad de comisión de delitos”. Vamos, para videntes como Rappel.


Asesor A: Y no nos olvidemos de la cuasi cadena perpetua. Que llaman prisión permanente revisable. Alguien cumple la pena, por ejemplo Bárcenas, y depende de una comisión el que siga en la cárcel.


Asesora D: ¿Y por qué no prueban algunos la votación permanente revisable? A ver cuántos duran en sus sillones oficiales.
Ahora que lo pienso, he mencionado el viraje del Descafeinado a la extrema derecha, y lo cierto es que la EsPeñaza también ha usado la misma táctica.


Asesor B: Siempre ha sido la Dama de Hierro española. Lo último, fue alinearse con Aznar en la bajada de impuestos.


Asesora D: Lo penúltimo, porque hace unos días dio un discurso sobre su visión de Cataluña, que fue un golpe bajo al MaRaJá.


Asesor A: “España necesita ser catalanizada”. Mientras el MaRaJá calla o hace reuniones secretas, ella pronuncia palabras nunca escuchadas en la derecha.


Asesora D: Ahí es donde quiero llegar. Quiere un perfil más suave, más conciliador. Su viraje es falsamente hacia la izquierda. Casi se me cae una lágrima cuando habla de su abuela apellidada Borrell.


Asesor C: [habla con la mirada fija en su ipad] Yo sí que soy de lágrima fácil. En la página 9 del discurso menciona “la sangre catalana que corre por mis venas”.


Asesor A: Solo le faltó recitar el famoso poema de su tío Jaime Gil de Biedma, Apología y Petición [http://www.fronterad.com/img/nro15/gildebiedma.pdf], dedicada al mal gobierno de España. Un buen palo para el MaRaJá.


Asesor C: [parece que hablan sus cabellos] El Descafeinado también le hace una zancadilla al MaRaJá. En su Anteproyecto de Código Penal (página 20) pone un ejemplo de delito de administración desleal: “la creación de cajas negras de fondos que se mantienen fuera del control y conocimiento…”. ¿No os recuerda a la cantinela de la contabilidad B?


Asesora D: Ja, ja, lo tuvieron que votar en el Consejo de Ministros. Como las 40 Medidas contra la corrupción. [Con media sonrisa] Las 40 medidas para los 40 ladrones de Alí Babá.


Asesor A: Bueno, terminamos. Tú y tú os encargaréis [señalando a los asesores C y D] de la parte del informe sobre la EsPeñaza. El asesor B y yo nos quedamos con la parte del Descafeinado. Se cierra la reunión [en tono chistoso, mientras levanta los brazos], ciérrate Sésamo.



domingo, 15 de septiembre de 2013

LA DIVA ALAYA

[Nuevo artículo en Publicoscopia]


   El telón va a caer. La escena final de la obra operística se encuentra en su culmen. La diva se acerca sigilosa hacia delante. A sus pies, la orquesta, y más allá, el público deseante.


    La juez Alaya ha dado el do de pecho ante la orquesta de fotógrafos y cámaras apostados diariamente ante la entrada de los Juzgados del Prado de San Sebastián. Ha escenificado ante la embelesada opinión pública la más grande de las actuaciones melodramáticas que podría exigirse de una cantante en una de esas tragedias musicales del siglo XIX.


     La diva en su canto final tenía libertad absoluta por parte del compositor para interpretar a gusto el papel clásico.


    Una de las primeras opciones era clavarse el puñal suicidándose, es decir, apunta su ánimo de imputación hacia los aforados desde un primer momento, dejando toda la causa en manos del tribunal superior competente. Se daba a sí misma muerte, mediáticamente hablando. Pero lo descartó.


    Otra posibilidad que tantea y revolotea en sus pensamientos posee semejante carga de romanticismo. Hace acto de presencia ante la corte y allí empieza a acusar a los cortesanos señalándolos con el dedo, pero jamás al soberano. Este sería tanto como decir que se hubiera dedicado en poner todo su empeño en centrar las investigaciones en buscar todas las pruebas acusatorias contra el círculo del sindicalista conseguidor Lanzas y el putero Delegado de Empleo de Sevilla.


    Pero terminó buscando una tercera opción: secuestrar al rey y llevárselo por la fuerza, con la daga en el cuello real. Agarrándolo por detrás se dirige a las almenas de la muralla, y a pesar de la insistencia de los soldados, allí se arroja al vacío arrastrando consigo al soberano. Muere ella mediáticamente, y el rey también fallece. Griñan también ha muerto para la política.


    Esta última opción es finalmente la escogida por la juez Alaya cuando dictó auto de imputación el pasado 10 de septiembre contra los ex presidentes Chaves y Griñán, a la vez que afirma que “no puede realizar con respecto a los aforados un juicio formal de imputación”.


    Nada se puede reprochar a la magistrada por el empleo del artículo 118 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, cuya inclusión fue votada alegre y mayoritariamente por el Congreso (página 8430 de la sesión de 30 de mayo de 2002). Como siempre, aquello fue un caso más de ombliguismo por los representantes del pueblo español, quienes desdoblaron un artículo en dos, de modo que el artículo 118 se refiriera a “toda persona a quien se impute…” mientras que el 118 bis habla de las imputaciones “contra un Diputado o Senador”. Ya saben, abajo nos situamos los españoles de a pie, y tirados en el mísero suelo observamos las andanzas de los Políticos que son raza superior a las personas normales y que se magnifican con las Mayúsculas.


      Lo que a veces pasa inadvertido del caso de los ERE es su doble vertiente. Por un lado, está el fenómeno de la corrupción, los fraudes de los listados de beneficiarios de los distintos Eres en que participó Lanzas metiendo a familiares ajenos a la reestructuración de empresas e incluso políticos como el que fuera consejero Antonio Fernández con su prejubilación “desde la cuna” en el ERE de la bodega González-Byass. Y por otro lado, no debemos olvidar el avance en la instrucción con la intervención, valga la redundancia, del interventor denunciando el supuesto establecimiento de un sistema ajeno a ley de subvenciones prevaricando a tal fin altos cargos de la Junta de Andalucía.


    Es importante tenerlo presente porque son fácilmente separable ambos asuntos, y así debió hacerlo la magistrada del Juzgado de Instrucción nº 6 de Sevilla dividiendo desde un principio el caso en dos, quedándose con el asunto de los fraudes en las prejubilaciones de ajenos a las empresas en crisis, y dejando el asunto importantísimo de la posible  prevaricación sobre la mesa del Tribunal Supremo. Resulta evidente que los olores nauseabundos de la corrupción hacen llevarnos la mano a la nariz, pero ello no nos debe nublar la visión de un asunto que sería incluso más grave. Prevaricar por parte de un político es actuar contra la raíz misma de la democracia, comportándose de modo arbitrario, algo del pasado que sólo estaba al alcance de los reyes absolutistas.


    Les recomiendo a tal fin el informe de la Cámara de Cuentas de Andalucía sobre fiscalización de las ayudas de los ERE entre los años 2001 y 2010, convertido en un museo político de los horrores en sus conclusiones (páginas 55 y siguientes); así como el informe del interventor general de la Junta, mostrado el pasado mes de julio por el Diario El País, donde nos señala que el uso de una figura presupuestaria indebida (página 58 del pdf) suponía apartarse del control administrativo previo.


domingo, 8 de septiembre de 2013

RAJOY Y EL PLAN GIBRALUÑA


[Nuevo artículo en Publicoscopia]


9:08 AM. Palacio de la Moncloa. Reunión del equipo de imagen y redacción del sr. Presidente del Gobierno de España.


[Tras los consabidos saludos e interrogatorios postvacacionales de lugar, fecha y  meteorología, todos permanecen sentados, salvo el asesor jefe, que después de una larga pausa, brazos en jarra y mirada absorta a las carpetas bicolores, abre la boca]


Asesor A: Estamos en el filo de la navaja. Tenemos dos problemas que nos aprietan por los flancos. Es como si estuviésemos apretados entre dos muros que quieren unirse, y nosotros, como no hagamos algo, acabaremos aplastados. Por una parte, por agosto se nos viene encima Gibraltar.


Asesor B: Lo inoculamos contra la bacteria Bárcenas y ahora ataca nuestras defensas.


Asesor A: Así es. Y por septiembre amenaza ahora la Diada y el independentismo catalán.


Asesor B: Hay que buscar soluciones para el MaRaJá [apelativo cariñoso con el que se refieren al Presidente del Gobierno, sr. Rajoy].


Asesor A: Así es -responde con una mirada que le clava al asesor B con la s silbante como de una flecha.


[Los asesores B, C y D agachan la cabeza como los alumnos que rehuyen la pregunta difícil, la asesora D escribe en su bloc floreado con una caligrafía redondeada “Gibraltar” y “Cataluña”]


Asesor A: Sin arena ni rocas, se ha parado el proyecto de Picardo de ampliación de la costa… a costa, valga la rebuznancia, de nuestras aguas.


Asesor C: Podemos negociar con ellos, con el Reino Unido por supuesto. No construiréis a lo largo pero sí a lo alto. No nos oponemos a cientos de rascacielos.


Asesor B: ¿Y si se les parece poco?


Asesor C: Hacemos la oferta más jugosa. Añadiremos trabajadores españoles que lo harán por poco sueldo o ninguno. Cuadrillas especializadas en altura.


Asesora D: [deja de mirar las palabras casi juntas del papel] ¿Y si le enviamos expertos en altura y ahorrándose incluso el coste de andamios? Una idea loca. Mandamos al Peñón a los castellers.
[ojos achinados por la incredulidad]
Dos pájaros de un tiro. Gibraltar tendría coste cero en mano de obra para la construcción, y tendríamos lejos de Cataluña a las peñas de castellers, que todos sabemos que son cantera de nacionalistas.


                                                         Cortesía de lavozlibre.com
                                       
Asesor A: Me gusta. Si unimos los dos problemas, basta con una sola solución.


Asesor B: Picardo puede decir no a todo.


Asesor A: Si no se conforma, peor para él. Como no le quedan roca ni arena, tendrá que poner a miles de voluntarios caganers para crear residuos que asienten tierra firme. Por cierto, muy fértil, por aquello del abono.
 [Risas que se interrumpen rápido por la apostilla del asesor más joven del equipo]


Asesor C: Podríamos llamarlo Plan Gibraluña.
          [Todos cabecean arriba y abajo]

Asesor B: ¿Qué hacemos con MásXMenos? [apodo con el que el equipo denomina al President de la Generalitat sr. Mas].


Asesor C: Las rocas y la arena que no dejamos entrar en Gibraltar, todo lo mandamos a Cataluña.


Asesor B:¿Para qué?


Asesor C: Le inflamos el ego. Artur, ¿quieres una gran Cataluña? Toma, tierra para que te expandas, comiéndole terreno al mar.


Asesor A: Brillante. Justo lo que quieren hacer los gibraltareños.


Asesora D: Se puede mejorar la oferta [se dirige a la pizarra y dibuja]. Si Cataluña se expande hacia delante, no habría tanto beneficio económico porque no aumentaría mucho los kilómetros de costa urbanizable, si acaso en los laterales, muy poco. Si hay más playas, hay más hoteles, más dinero. Propongo que se expandan [dibuja el bocadillo de un personaje de cómic] en forma de península. Unido por un hilo a la vieja Cataluña. Todo lo demás sería nueva costa para una nueva burbuja inmobiliaria.


Asesor A: Una especie de apendicitis que le sale a España.


Asesor B: Es un escroto. Hasta los huevos me tienen.


[Risotada de los tres miembros masculinos del equipo, que por muy poco se caen de la silla]


Asesora D: [cara de resignación] Podríamos hablar también de una teta de silicona.


Asesor A: Perdónanos. Tres hombres son multitud. Ya sabes las veces que se muerde uno la lengua. Hemos terminado por hoy.