sábado, 15 de enero de 2011

... BUEN MILITARIZADOR SERÁ


La cantinela del título me lleva a pensar que esta noche finaliza el estado de alarma en los aeropuertos españoles, y no podremos vivir sin esta rutina militarista en nuestro país. Abogo porque el fenómeno de la militarización no desaparezca, y propongo para ello nuevos campos de expansión de las apreciadas Fuerzas Armadas.
Los hospitales serían un campo de acción de maravillosas expectativas. Los médicos dejarían de hacer guardias por la noche, tendrían que hacer la imaginaria. El despertar de los pacientes ya no serían tan dulces con esos susurros delicados de una enfermera; pasaríamos a usar el toque de diana. Todo el mundo en urgencias pasaría por el trance de tallarse, haciéndose un chequeo completo. A ver quién le tose a un comandante que se niega a atenderlo porque "lo que tienes no es ná, vete a tu casa o, si no, me haces quinientas flexiones aquí mismo".
Se acabaron las holgazanerías por parte de los enfermos. Todos a hacer la cama, e inmediatamente, a deshacerla para meterse en ella. Eso sí, que en el ejército no somos inhumanos. Además, barra libre para el bromuro. Absoluta castidad en los hospitales. Que las series de televisión hospitalarias han hecho mucho mal entre el personal, todos enrollados con todos.
Bromas aparte, médicos, auxiliares, celadores, etc. no verían con malos ojos un destacamento militar cerca de su trabajo. Son cientos los casos de agresiones al personal hospitalario. O sea, que los servicios sanitarios no sean tan peligrosos para la salud del profesional.

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