sábado, 26 de febrero de 2011

FRÉNATE, CRISIS


El motor de la economía española (todos lo deseamos así) debería aumentar sus revoluciones (que nadie vea el doble sentido de revuelta, sólo hablo de mecánica). Sin embargo, el motor de nuestros coches deberá a partir de marzo limitar su velocidad.
110 es la cifra que queda grabada a fuego en la mente de los conductores. Aquellos de "me gusta conducir" pensarán que se limita su libertad. El bien común es el argumento usado por el Gobierno. Un ahorro económico de un 15%. La pela es la pela. Porque el medio ambiente limpio y saludable no ha sido usado en su discurso por Rubalcaba.
110, y a cambiar todas las señales de tráfico con una pegatina. Espero que los del Gobierno no sean tan tontos de colocar pegatinas con el número 120, porque si se fijan, verán que el mismo resultado se consigue colocando únicamente el uno sobre el dos.
110. Más de uno se habrá asustado pensando en que Zapatero subía a 110 la edad de jubilación. 110 años, esa edad típica de ese campesino chino que vemos en el telediario soplando las velas de una tarta.
110 km/h. Ya lo dicen nuestros vecinos los marroquíes: la prisa mata. Mohamed VI se lo dice a sus súbditos. Para qué tanta prisa en las reformas democráticas.
110 más uno = 111. Hubiera preferido el número capicúa. Un número menos prosáico, que se lee igual de derecha a izquierda que viceversa. Como la palabra radar. Ha sido leer esta palabra, y muchos han bajado su velocidad de lectura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario