ESPERANZA, AGUIRRE

Cuesta hablar de tema tan espinoso como el cáncer. Esto se demuestra en una política apodada la "Tatcher madrileña". Hoy ha comunicado que tendrá que abandonar la política por unos días para operarse de un cancer de mama.

Huelga decir que se le desea la mayor de las suertes. Pero aquí escribo para hablar del miedo que trasmitía su voz temblorosa. Emocionada, una política de tomo y lomo, auténtica animal de los escaños, no ha podido vencer a las dudas ; y allí donde un político triunfa, que es en la palabra pronunciada, en los discursos ante un público, allí es donde por fin se vio a la mujer, a Esperanza, por vez primera ante las cámaras.
Los temores ante la muerte la llevaron precisamente a decir "bulto en el pecho" y no las palabras tumor o cáncer cuando se refería a sí misma. Lo cual sí hizo cuando habló del cáncer de forma pedagógica exhortando a la ciudadanía a acudir a los especialistas para revisiones periódicas.
Un momento intenso llegó, y les invito a que vean cualquier video de su discurso, cuando dijo que había que hacerse revisiones "para evitar...". Y ahí, en esos segundos dubitativos de silencio, vimos la rueda de prensa de una mujer. Nada de profesional de la política, ni de presidenta de comunidad autónoma.
La voz de una mujer, la de cientos que hablaban por su voz temblorosa.
Suerte, Esperanza