lunes, 1 de julio de 2013

ESTRIPTIS DE COSPEDAL


[Nuevo artículo en Publicoscopia]


Política y nudismo, en principio, parecen términos antagónicos. Sobre todo, si pensamos en una de las acepciones del verbo desnudarse como sinónimo de sincerarse. Y resulta que la señora Cospedal, desde su atril de la Secretaría del PP, nos dice que jamás ha habido estriptis como el de su partido.

    Me hizo reflexionar. Descubrí a una auténtica adelantada de estos tiempos. Cómo no lo vi antes. Las pruebas eran claras. Todos conocemos el fervor de los alemanes por el naturismo. Este entusiasmo por sus partes se daba particularmente en la antigua República Democrática Alemana.

    Siguiendo la hilazón con que mi mente juega, recordé una polémica en las redes sociales hace un par de meses a cuenta del desnudo integral de la canciller Angela Merkel. Ahí estaba el quid de la cuestión. La secretaria del PP y presidenta de Castilla-La Mancha está dando otro paso en la asimilación de la doctrina alemana que aborrece toda costumbre mediterránea y, en cambio, pretende que los sureños comamos chucrut y bebamos cerveza en jarras de un litro (aunque esto último haría ganar las elecciones a cualquiera de los partidos mayoritarios si lo llevase en el programa).

     Después de todo, existen concomitancias entre política y nudismo. No sólo desde las filas de la derecha. Femen es un movimiento radical feminista que surgió más allá de los Urales teniendo como objetivo primigenio el ataque a las políticas retrógradas de Putin. Se ha extendido a lo largo de Europa, e incluso tenemos a miembros encarceladas como es el caso de Amina Tyler en Túnez. Su actuación en defensa de los derechos de las mujeres ante la opresión de gobiernos y religiones, se manifiesta en el topless, desnudarse de cintura para arriba y mostrar eslóganes pintados en su pecho.

   Cerramos el círculo volviendo a Cospedal, sobre la cual nadie podrá tacharme de machista si respecto a su declaración le recuerdo sus años juveniles como Miss Feria de Albacete, propósito nada reivindicativo e igualitario de una chica. Pero son errores de juventud. En todo caso, nunca tuvo que prácticar ni el más pequeño gesto de nudismo para ganarlo. Simplemente se exhibió en una pasarela para que un jurado examinara su cuerpo.

    Ella en sus años mozos consintió este examen de su físico, tal y como pretendió su partido que hicieran con sus cuentas. Prometieron que su gestión contable pasaría una auditoría externa, pero aquello quedó en agua de borrajas. Me preguntó entonces dónde está el estriptis. Nunca hubo voluntariedad, sino que más bien tuvieron que seguir el mandato judicial de la Audiencia Nacional. Hace un mes el juez Ruz solicitó al Partido Popular los libros de contabilidad de las sedes territoriales de Cantabria, Galicia, Cataluña, La Rioja, Malaga y Sevilla entre los años 1997 y 2008.

    Si nunca fue intención del PP la transparencia contable y se vieron forzados a ello, el símil del estriptis pierde toda su fuerza. A la secretaria Cospedal le recomiendo que piense en los cacheos que practica un policia contra un detenido. Seguro que preferirá esta primera metáfora antes que la segunda: el cacheo de una persona con el registro de su ropa y pertenencias cuando va a ingresar en prisión.

    A Rajoy le oigo decir: “La segunda ya tal”. ¿De quién se habrá acordado?



No hay comentarios:

Publicar un comentario