lunes, 14 de marzo de 2011

ENERGÍA


Tenemos el miedo en el cuerpo con todas esas noticias sobre el riesgo de explosión nuclear en cualquiera de las centrales japonesas. Toda esa descomunal destrucción, paradójicamente, tiene como punto de partida el átomo, una partícula infinitesimal. Tan pequeña como el talento de muchos de nuestros políticos.
Podrían morir muchos por la simple reacción de procesos físicos entre elementos subatómicos. Protón y neutrón. Por minúsculas que sean, el aumentativo -on nos eriza la piel. Una fusión nuclear puede ser el causante de millones de muertes.
Tal como me ocurre con el azahar. Ha explotado ante nuestros ojos, provocando la muerte de nuestros ánimos apesadumbrados e invernales. Me ha puesto los pelos de punta sentir ese cosquilleo primaveral en la nariz.
Plena vida que asoma por entre las ramas. Plena energía que fusiona con los sevillanos.

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