Un gran terremoto asola Japón junto con un gran tsunami que ha hecho que el mar se moviera tierra adentro hasta una distancia de casi seis kilometros. Y paradójicamente veo imágenes de los efectos causados en las ciudades costeras mientras escucho en mis auriculares "Static"(estático)de Godspeed You! Black Emperor, una banda canadiense de rock experimental.
Y en una creciente sensación de pesadumbre empiezo a dudar sobre la verdad de lo que siento. Es triste pensar que mis sentimientos de desasosiego afloran por un fondo melódico de lamentos de piano, y no por las desgraciadas fotos niponas. Triste también que nos haya maleducado esta cultura audiovisual en sentir una escena romántica bajo las directrices de una balada o bien, por ejemplo, una muerte lenta bajo unos violines agudos.
Ya no podemos compadecernos de las desgracias ajenas si no se las adorna con la música adecuada. Si no es así, vemos la noticia como si hubiesemos sido anestesiados.Si no me creen y se ven inmunes a este fenómeno que podría llamarse "marketing del dolor", les pongo un reto: preparen dos sintonías, una triste y la otra alegre, y observen esta foto *** mientras oyen por separado cada melodía.
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