domingo, 1 de junio de 2014

EL TRONO DEL PSOE

[Nuevo artículo en Publicoscopia]


   En estos días hemos asistido a una partida de ajedrez que ha tenido lugar ante los micrófonos. Se ha producido una negociación de guante blanco y quizás también de arma blanca. Antes de que Rubalcaba anunciara su dimisión diferida a julio, la situación inicial era la celebración de unas primarias abiertas en otoño para elegir al candidato a la presidencia del gobierno español. Desde su convocatoria sorprendente de un congreso extraordinario, sin abandonar el barco, los aspirantes han afilado los cuchillos.
   Carme Chacón, quien ha residido en EE.UU. por cuestiones académicas, se ha encontrado muy lejos de poder hacer acopio de apoyos dentro de la burocracia del partido. Luego su postura era y es favorable a la celebración de las primarias abiertas. A ello se ha unido el vasco Eduardo Madina. La táctica de ambos es brillante, porque intentan unir su candidatura a una idea de renovación del PSOE desde el exterior de las agrupaciones. Sin embargo, con la convocatoria del congreso extraordinario, ambos atisban que quien maneja los resortes internos del aparato político tiene mucho poder. ¿Cuál ha sido el siguiente paso?
   Eduardo Madina declaró en los siguientes días que su candidatura dependía siempre de que se diese voz a los militantes. Visto que era difícil anular la idea del congreso extraordinario, sacó una brillante alternativa. Aceptaba que se celebrase el congreso extraordinario y luego las primarias, pero pedía que, al contrario de lo que suele suceder en los congresos (votación y aprobación indirecta por delegados), en este congreso de julio cada militante pudiese votar a quien considerase mejor candidato a la secretaría general del partido.
   Con el ágil regate de Madina, las cosas se le han podido poner más complicadas a la tercera en discordia, Susana Díaz, cuya experiencia en las primarias ha sido superficial, teledirigiendo las pasadas del verano de 2013, donde exigió un alto número de avales, con lo cual en la práctica nadie salvo ella pudo presentar la candidatura. En este caso, detrás de las últimas decisiones de Rubalcaba podría haber un acuerdo oculto para que la actual presidente andaluza pudiese hacerse con el trono del partido. Han accedido a la petición de Madina de que en el congreso se dé la oportunidad de voto directo. Sin embargo, no es todo tan sencillo. Se trata de una consulta abierta a los militantes aunque con dos peros: se celebra no simultáneamente sino antes del congreso; y los votos no son vinculantes.
   Pensemos un momento. Si no hubiera una elección clara de quién es el mejor candidato a secretario general, ¿qué sucedería? Todo quedaría en manos de los delegados y eso es algo que parecen haber previsto Susana Díaz y Rubalcaba. ¿Cómo podría torpedearse la consulta? Una opción podría ser impedir los amplios márgenes de voto de algún candidato. Esto se puede conseguir con un número alto de candidaturas. Así se explicaría que contradiciendo la reciente historia del partido (incluyendo las primarias teledirigidas por Susana Díaz) no se exijan los avales de un 10% de los afiliados al PSOE, sino solo un cinco por ciento. La probabilidad de tener muchos candidatos aumenta (a día de hoy ya se sabe que se van a presentar 4). Cada candidato se arriesga a no tener un porcentaje que pudiese alcanzar siquiera el 35% de los votos que se emitan.
   ¿Esto beneficia a Susana Díaz? En principio parece que no, pero veámoslo de esta manera. Ella sabe que su popularidad es altísima, por lo que cree que tiene garantizado un alto número de votos. No puede, sin embargo, fiarse de rivales tan solventes como Madina y Chacón. Anticipando las consecuencias de una consulta muy dividida, se entendería lógico que el congreso extraordinario decidiese qué hacer en ese caso. El futurible es claro. Si hay más de dos candidatos con un buen porcentaje de votos, la imagen del PSOE hacia el exterior sería claramente de desmembración. Aquí es donde intervendría el aparato con una alternativa jugosa para los intereses de Susana. Habría que realizar, ya dentro del congreso extraordinario, lo que podría llamarse una segunda vuelta a la cual pasarían los dos candidatos con más votos a su favor. Sería totalmente asumible por parte de la candidata sevillana, porque con las votaciones de los delegados del congreso extraordinario, su mayoría sería presumiblemente aplastante.

    En estas últimas líneas he abusado bastante de ficcionalizar las intenciones de los principales postulantes, pero una cosa está clara. En la hipótesis de que destacaran dos de los candidatos a la secretaría, no ha de descartarse la posibilidad de que Susana Díaz asumiese la secretaría nacional dejando la carrera de candidato a las elecciones general al otro caballo esperando su desgaste mientras ella afianza su poder y espera paciente aguas menos revueltas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario