martes, 24 de diciembre de 2013

UN POBRE EN LA MESA DE LOS RAJOY

[Artículo en Publicoscopia]


12:33 PM. 25 de diciembre de 2013.  Transcripción de la reunión on line vía hangout del equipo de imagen y redacción del sr. Presidente del Gobierno de España.


[La mayoría, legañosa y con los pelos revueltos; en cambio, el asesor B luce su canosa cabellera y está envuelto en un batín de terciopelo rojo con ribetes dorados]


Asesor A:  Esto lo he organizado porque tenía que contárselo a alguien. No es trabajo. Sencillamente es tan bueno que no me lo podía guardar. Veréis, el jefe Moragas, dadas las actuales tendencias años 50 que procura el partido, decidió organizar una cena de Nochebuena en Moncloa invitando a la misma a un pobre.


Asesor B: ¿La familia Rajoy?


Asesor A: Efectivamente… No faltáis ninguno, ¿verdad?


Asesor C:  No.               Asesora D: Qué va         Asesor B: No


Asesor A: Bien, pues el MaRaJá [apelativo cariñoso con el que se refieren al Presidente del Gobierno, sr. Rajoy] con su mujer, Viri, y sus dos niños, dándole la bienvenida al pobre, y al otro lado, dos cámaras de televisión y unos cuantos focos de iluminación, para sacar un publirreportaje a mayor gloria pepera.


Asesor C: Al grano, hombre.       Asesor B: Sí, sí.


Asesor A: Para empezar, justo en el instante en el que se sientan todos a la mesa, a uno de iluminación se le ocurre enchufar a la red uno de los focos haciendo que salten todos los plomos. Empezamos bien, Viri ya no puede meter en el horno el pavo, así que ante la emergencia no le quedó más remedio que buscar entremeses. Todos preocupados, y sin darse cuenta nadie de que aquel pobre hombrecillo, gallego como el anfitrión, rompía a llorar. Viri y el MaRaJá, intentando consolarlo, le preguntaron qué le pasaba.
    El pobre contestó: “No me meto en política ni en nada; simplemente me ha recordado la última vez que me cortaron la luz por los impagos”. Al poco se le pudo calmar, y Viri, más tranquila, puso unos platos con gambas de Huelva y unas chacinas extremeñas.
    Pues la cosa empeoró.


Asesora D:  Cuenta.


                         Cortesía de que.es
           
Asesor A: Cuando el pobre degustó el queso, preguntó inocentemente: “No me suelo meter en política, pero ¿de Huelva no es precisamente el famoso tesorero?”. El MaRaJá, con unos reflejos impropios de él, le acercó el plato de chorizo: “pruebe, pruebe, que está muy rico”. El pobre iba a hincarle el diente pero antes dejó caer: “no hay suficiente pan, no hay pan para tanto chorizo”. Moragas no se lo podía creer, habían buscado a un pobre insignificante, pacífico y que nunca se metía en política. Viri tragaba saliva, y el presi empezó a hablar de lo mucho que añoraba la tierra. Le hablaba de esto y de aquello, y entre frase y frase soltaba un “paisano” que dulcificaba el ambiente.
    El MaRaJá seguía su perorata y derivó hacia Novagalicia y su compra por un banco venezolano. Soltó una gracieta diciendo que Venezuela tenía algo muy gallego: ese lema de la indefinición, “Patria, socialismo o muerte”.
“A ver si se aclaran, una cosa u otra”, comentó chistoso el presidente, pero la respuesta fue el incomprensible llanto del pobre. No había metido la pata, es que Novagalicia fue el banco que le echó del piso por no poder atender la hipoteca, aclaró entre sollozos el pobre.
    Con alguna palmadita en la espalda, el hombrecillo se pudo recomponer, mientras Viri entraba con los postres, que habían aguantado su forma pese al corte de luz. Cuajada con cereales para el presidente…


Asesor C: Entonces es verdad lo que contaba La Razón.


Asesor A: Sí, le chifla. Como decía, cuajada para él, y para el resto, unos deliciosos flanes de huevo. Corrió de mano en mano la tacita llena de caramelo para poner por encima, pero una gracieta del pequeño Juan acabó con el caramelo esparcido en regueros por toda la mesa. De pronto, otra vez ese pobre a lágrima viva. ¿Qué le pasaba esta vez?
    Su carita, arrugada y surcada por esa mezcla babosa de lágrimas y mocos, tartamudeaba que aquellos ríos negros le recordaban al chapapote que afectó a su Fisterra natal. Ya no hubo manera de consolarlo, aquel llanto no paró, casi se ahogaba. Viri fue a buscar un poco de zumo, y cuando Viri entraba con el tetrabrik, el pobrecillo se levantó con los ojos enrojecidos y les soltó este speech:
    “Yo no me meto en política, pero si he llorado por los cortes de luz, sé que hay gobiernos como el catalán que aprueban que no se les corte la luz a las familias pobres.
No me meto en política, y he llorado por perder la casa, pero es que hay gobiernos como el de Ignacio González que prefieren vender a fondos de inversión antes que construir vpo.
Y ustedes recurren las leyes que favorecen a las víctimas de los desahucios.
No me meto en política, pero mis lágrimas por el chapapote son pocas para las que caen por una ley que desprotege las costas.
Y sí, nunca me he metido en política, pero no callaré ante el alimento que le roban a las familias de Sanlúcar que lo pasan mal como la mía. No sé si ese zumo es suyo o del Banco de Alimentos.
Como dijo aquél, “en mi hambre mando yo”. Buenas noches.”


Asesor B: Vaya, vaya         Asesora D: Uaaauuu              

Asesor A: Aquel estropicio de cena terminó con el portazo del pobre. Como os podéis imaginar, se han destruido las copias de la grabación. Una accidentada Navidad en La Moncloa.




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