jueves, 2 de mayo de 2013

EL NUEVO BILLETE DE 5 EUROS

    El Banco Central Europeo pone en circulación desde el 2 de mayo los nuevos billetes de 5 euros, dentro de la fase global de entrada de la nueva serie de billetes de diferente cuantía llamada “Europa”.

    El cambio fundamental lo encontramos en dos elementos. El primero es que, siguiendo la tradición numismática, vuelven a los billetes las caras y los rostros. En el caso del billete de 5 €, el rostro no será de un personaje reconocido por su contribución a la sociedad desde el plano profesional, artístico o histórico. No es real sino un mito: Europa, la joven raptada por Zeus transmutado en toro.

    
    Sin entrar en el hecho de que muchos podrían poner nombre a ese cornudo/a que secuestra a nuestra Europa, lo llamativo es el parecido de la marca de agua del mito con las famosas caras de Bélmez. En efecto, tendremos que tener mucha fe para ver esas caras en la palma de nuestras manos, dada las actuales circunstancias económicas.

    El otro elemento de seguridad lo conforman unas líneas cortas en los extremos del billete. Destaca su relieve por encima de la superficie del billete. Se ha hecho con el propósito de que sean totalmente accesibles para los invidentes.


    Uno se pregunta si estas marcas en los bordes del billete no son en realidad las marcas de las uñas de los desesperados que lo pierden todo y ven cómo pasa el dinero delante de sus narices.

    El fin de toda renovación de billetes es coger la delantera a los falsificadores. Aunque de hecho el BCE en un informe del segundo semestre de  2012 afirma que “la proporción de billetes falsos sigue siendo muy reducida”, sobre todo en los billetes de 500 €.
    
    Esto me recuerda la idea de Rubalcaba de suprimirlos (idea copiada, por cierto del programa de IU), y el apoyo recibido por el ministro de Economía y Competitividad. El señor de Guindos, parece haberse caído de un ídem, porque no se entiende que apoye apresuradamente esta medida cuando debía de estar informado de la nueva serie de billetes, la que sin duda es la mejor medida contra los falsificaciones y el dinero negro, el cual tendrá que salir a la luz.

    Lo que me deja tranquilo, después de usar la aplicación Euro Cash Academy que proporciona el BCE para informarnos sobre la nueva serie de billetes de euro, es que una de las razones por las que se ha dado este paso es que el rostro de Europa “aporta un toque humano a los billetes”. Ya podemos respirar porque el capitalismo no se trata de un furibundo juego de tiburones financieros. Nos quieren hacer creer que capitalismo viene de capitel, de esos preciosos que sustentan el templo griego que se dibujan en los billetes; que el hombre es la medida de todas las cosas, como dijo aquél, y no la de su tumba, único lugar habitable, hipoteca mediante.

    En cambio, me inquieta que el diseñador del nuevo billete, Reinhold Gerstetter (alemán, cómo no) lo fuera también de los últimos billetes de pesetas en 1992 para conmemorar el descubrimiento de América. ¿Se cierra el círculo?¿Serán los últimos billetes de euro que veremos en España?


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