jueves, 4 de abril de 2013

CADUCAN LOS YOGURES Y LOS POLÍTICOS

    Arias Cañete, ministro de Agricultura, ha anunciado que los yogures no tendrán fecha de caducidad. En su lugar, los fabricantes les colocarán una fecha de consumo preferente. Exacto, lo que prefieran las empresas de alimentación. Justo como todo en esta vida. El mercado decide. Nada nuevo bajo el sol.

    Son los niños los principales consumidores de este alimento. Sus preocupados padres podrán respirar tranquilos. Sus hijos estarán totalmente mercantilizados. Porque el quid de la cuestión es el consumo preferente. Las empresas prefieren que juegue con determinada muñeca de aspecto brujeril, y vosotros, padres sacrificados, se la compráis. También las corporaciones prefieren que tu niño juegue a un concreto videojuego armamentístico, y vosotros, padres abnegados, se lo compráis.

    Y llega el consumo preferente del mercado. La muñeca ya no les vale, así que sacan un modelo nuevo, bañado en colores vistosos y aderezado con anuncios de melodía pegadiza. El videojuego ya no les vale, porque no pueden aumentar las ventas, de modo que puesto en manos de los diseñadores gráficos, se añaden dos nuevos campos de batalla.  ¿Qué querrá ahora vuestra descendencia?

    ¡Niño, deja el teclado!...  ¿Por dónde iba? Ah, niños guiados por el consumismo. ¿Y vosotros, padres? Este año se lleva un corte de pelo así, unos pantalones asá, unos zapatos de piel exótica. Escucho siempre lo de “desde que tengo uso de razón” para aclarar que se ha alcanzado la madurez intelectual. Me temo que muchos padres sí podrán llegar a ser amigos de sus niños (lo que no recomiendan la teoría psicopedagógica contemporánea) porque estarán al mismo nivel mental.

    La mayoría de edad en esta sociedad se alcanzará cuando podamos hacer caducar a los políticos que no cumplen sus promesas o no gestionan adecuadamente los recursos públicos. Podrían caducar con la implantación de listas abiertas en la presentación de candidaturas. Una democracia adulta.

    ¿Y qué tenemos? A los grandes personajes del mundo político pensando en la idea de caducidad o consumo preferente. Rajoy deseando que se consuma la legislatura presente antes de que se declare visto para sentencia el caso Gürtel. Griñán deseando ídem para ser de nuevo candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, siempre que a la jueza Alaya no se le ocurra finalizar la instrucción del caso de los Ere.

    Y en la Familia Real, que contradiciendo el refrán pilló primero al cojo y luego al ladrón como yernos, tenemos al príncipe Felipe de rodillas junto a su cama. Con las manos unidas reza con todas sus fuerzas para que la fecha en que se dicte sentencia sobre el caso Nóos, donde ha sido imputada su hermana, la infanta Cristina, sea pronta, a ser posible antes de la sucesión.

    “Nóos, en plural mayestático”, decía El Nota (cita de El gran Lebowski).
  



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